Es recomendable que un paciente diabético que no presenta patología en sus pies realice una visita anual al Podólogo. Si por el contrario existen alteraciones vasculares o neuropáticas, el paciente debe acudir regularmente para valoración de su estado podológico.
La afectación de la sensibilidad en los pies del paciente diabético hace que pueda lesionarse sin darse cuenta y producir una herida. A su vez, el mal estado vascular puede hacer que esa herida tarde en cicatrizar, con el correspondiente riesgo de infección y, en el peor de los casos, la necesidad de amputación.
En las clínicas CNEO valoramos la alteración en la sensibilidad del pie y su vascularización. Pautamos tratamientos ortopodológicos que descarguen aquellas zonas del pie con hiperpresión y que sean susceptibles de ulcerarse. Tenemos experiencia en pacientes cuyo pie ha sido amputado total o parcialmente.